Sé que lo
haría.
Dejaría
pasar tu alma y cuerpo, con la única condición de que no haya preguntas, ni las
forzadas respuestas.
Con cada
botón te desprendería de un prejuicio. Y
con cada sorbo de vino un poco del común sentido.
A veces la
razón es contraproducente. Y olvidamos que vivir es lo más urgente.
Cuando el
deseo está ahí, aún latente, la conexión no ha terminado.
Quisiera
anestesiar culpas, tirar miedos por la venta y sólo poder volver a verme en tus
ojos.
No competir
por pasados. Ser percepción del minuto,
ese instante tan presente. Dejar que eso llamado futuro teja sus propias redes.
Perderme en
tu aliento,
sentir vivo a tu cuerpo,
y dormirme en
ese reencuentro.
Sé que lo
haría, sin planes, sin dudas, sé que lo haría.