Qué sí sos
bueno en matemáticas, pero te va fatal en lenguas. Qué tienes un cuerpo lindo
pero la estatura no te ayuda. Qué tus ojos expresan mucho, pero tus dientes no
son perfectos. Qué cantas bastante bien,
pero en el baile mejor que cantes. Qué te gusta la pintura, pero de eso no se
vive. Qué aún no tienes novio, pero ya deberías. Que ahora que lo tienes, cuando te casas. Que
ahora que te casaste, cuando llamas a la cigüeña. Que ahora que tienes un hijo,
cuando le darás un hermanito. Qué sí tienes hijos, pero tu marido se fue con
otra. Qué nunca eres suficiente.
Mensajes transmitidos
desde la cuna que vamos internalizando. Requerimientos sociales que solo hacen
ver las faltas. Desde allí nos vinculamos, y no está mal. Siempre que podamos trascender
las supuestas carencias y construir. Desde este ser íntegro que soy con
capacidades y habilidades hacia tu ser entero con amor y tolerancia. Desde la búsqueda sin reproches, desde el
encuentro sin emparches.
Cambia todo
y cambio yo cuando dejo de focalizarme en lo que no tengo. Y opto por ver lo
que sí hay.