Diciembre,
mes de ambigüedades.
Días de
sentimientos encontrados.
Dos cuerdas, una en cada mano, fuerzas contrarias en un mismo
cuerpo que lucha por mantenerse íntegro.
Una cabeza,
un corazón, buscando el equilibrio que se perdió.
Diciembre,
mes de cementerio, mes de nacimiento.
Días de
luces que duraron nueve años. Días de sombras en el túnel hacia adentro.
Una
batalla, un solo soldado. Varias pérdidas, pocos encuentros.
Diciembre,
mes de muchas despedidas y pocas bienvenidas.
Dolor de
cabeza, cansancio, y la mueca de sonrisa que quiere aparecer.
Cambiaron
los miedos por incertidumbres, por lágrimas, por vacíos.
Diciembre,
mes eterno y envejecedor.
Cada abandono
te recuerda, te hace volver, te hace surgir.
Dolor de
las ausencias, que fueron presencia en el año que pasó.
Deseo de
ese abrazo, sin preguntas, sin razón.
Diciembre
no te quiero; me partiste el alma en dos.
Diciembre
de morbosa ambigüedad, decíme como hago para festejar.
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